El trastorno límite de la personalidad es un problema de la salud mental que impacta la forma en que piensas y sientes acerca de ti mismo y de los demás. Conoce sus síntomas, qué lo causa y cuáles son los tratamientos más efectivos.
¿Qué es el trastorno límite de personalidad?
El trastorno límite de la personalidad (TLP) es una trastorno mental caracterizado por dificultades para regular las emociones. Esto significa que las personas que experimentan TLP sienten emociones intensamente y durante largos períodos de tiempo, y les resulta más difícil volver a una línea de base estable después de un evento desencadenante de emociones fuertes.
Esta dificultad puede conducir a la impulsividad, mala imagen de sí mismo, relaciones tormentosas y respuestas emocionales intensas a los factores estresantes. Luchar con la autorregulación también puede dar lugar a comportamientos peligrosos como las autolesiones (por ejemplo, cortarse).
El TLP es una enfermedad mental que afecta gravemente la capacidad de una persona para regular sus emociones. Esta pérdida de control emocional puede aumentar la impulsividad, afectar cómo se siente una persona sobre sí misma e impactar negativamente en sus relaciones con los demás. Hay tratamientos efectivos disponibles para controlar los síntomas del trastorno límite de la personalidad.
Se estima que el 1,5% de la población adulta de EE. UU. experimenta TLP. Casi el 75% de las personas diagnosticadas con TLP son mujeres. Investigaciones recientes sugieren que los hombres pueden verse igualmente afectados por el TLP, pero comúnmente se les diagnostica erróneamente trastorno por estrés postraumático o depresión.
¿Qué síntomas principales tiene el trastorno límite de personalidad?
Las personas con trastorno límite de la personalidad pueden experimentar cambios de humor intensos y sentir incertidumbre acerca de cómo se ven a sí mismos. Sus sentimientos por los demás pueden cambiar rápidamente y pasar de una cercanía extrema a una aversión extrema. Estos sentimientos cambiantes pueden conducir a relaciones inestables y dolor emocional.
Las personas con trastorno límite de la personalidad también tienden a ver las cosas en extremos, como todo bueno o todo malo. Sus intereses y valores pueden cambiar rápidamente y pueden actuar de manera impulsiva o imprudente.
Las personas con TLP experimentan grandes cambios de humor y pueden sentir una gran sensación de inestabilidad e inseguridad. De acuerdo con el marco de diagnóstico del DSM-5, el libro de referencia para la Psicología Clínica, algunos signos y síntomas clave pueden incluir:
Esfuerzos frenéticos para evitar el abandono real o imaginario por parte de amigos y familiares.
Relaciones personales inestables que alternan entre la idealización (“¡Estoy tan enamorada!”) y la desvalorización (“La odio”). Esto también se conoce a veces como “división”.
Autoimagen distorsionada e inestable, que afecta los estados de ánimo, los valores, las opiniones, las metas y las relaciones.
Comportamientos impulsivos que pueden tener resultados peligrosos, como gastos excesivos, sexo sin protección, conducción temeraria o uso indebido o excesivo de sustancias.
Comportamiento autodestructivo, incluidas amenazas o intentos de suicidio.
Períodos de intenso estado de ánimo deprimido, irritabilidad o ansiedad que duran de unas pocas horas a unos pocos días.
Sentimientos crónicos de aburrimiento o vacío.
Ira inapropiada, intensa o incontrolable, a menudo seguida de vergüenza y culpa.
Sentimientos disociativos (desconexión de sus pensamientos o sentido de identidad o tipo de sentimientos “fuera del cuerpo”) y pensamientos paranoicos relacionados con el estrés. Los casos severos de estrés también pueden conducir a breves episodios psicóticos.
No todas las personas con trastorno límite de la personalidad pueden experimentar todos estos síntomas. La gravedad, frecuencia y duración de los síntomas dependen de la persona y su enfermedad.
Las personas con trastorno límite de la personalidad tienen una tasa significativamente más alta de conducta autolesiva y suicida que la población general.
¿Qué causa el trastorno límite de personalidad?
Las causas del TLP no se comprenden completamente, pero los científicos están de acuerdo en que es el resultado de una combinación de factores, que incluyen:
Genética. Si bien no se ha demostrado que ningún gen o perfil genético específico cause directamente el TLP, la investigación sugiere que las personas que tienen un familiar cercano con TLP pueden tener un mayor riesgo de desarrollar el trastorno.
Factores medioambientales. Las personas que experimentan eventos traumáticos en la vida, como abuso físico o sexual durante la infancia o abandono y separación de los padres, tienen un mayor riesgo de desarrollar TLP.
Función del cerebro. El sistema de regulación emocional puede ser diferente en las personas con TLP, lo que sugiere que existe una base neurológica para algunos de los síntomas. Específicamente, las partes del cerebro que controlan las emociones y la toma de decisiones/juicios pueden no comunicarse de manera óptima entre sí.
¿Cómo se diagnostica que una persona sufre de trastorno límite de personalidad?
No existe una prueba médica definitiva para diagnosticar el TLP, y un diagnóstico no se basa en un signo o síntoma específico. El TLP es mejor diagnosticado por un profesional de la salud mental (psicólogo o psiquiatra) después de una entrevista clínica integral que puede incluir hablar con médicos anteriores, revisar evaluaciones médicas anteriores y, cuando corresponda, entrevistas con amigos y familiares.
¿Cómo se trata el trastorno límite de personalidad?
Un plan de tratamiento efectivo debe incluir sus preferencias y al mismo tiempo abordar cualquier otra condición coexistente que pueda tener. Los ejemplos de opciones de tratamiento incluyen psicoterapia; medicamentos; y apoyo grupal, de pares y familiar. El objetivo general del tratamiento es que una persona con TLP dirija cada vez más su propio plan de tratamiento a medida que aprende qué funciona y qué no.
La psicoterapia, como la terapia conductual dialéctica (DBT), la terapia conductual cognitiva (CBT) y la psicoterapia psicodinámica, es la primera línea de elección para el TLP. Aprender formas de lidiar con la desregulación emocional en un entorno terapéutico suele ser la clave para la mejora a largo plazo de quienes experimentan TLP.
Los medicamentos pueden ser fundamentales para un plan de tratamiento, pero no existe un medicamento específico para tratar los síntomas principales del TLP. Más bien, se pueden usar varios medicamentos para tratar varios síntomas. Por ejemplo, los estabilizadores del estado de ánimo y los antidepresivos ayudan con los cambios de humor y la disforia. Y para algunos, la medicación antipsicótica en dosis bajas puede ayudar a controlar síntomas como el pensamiento desorganizado.
La hospitalización a corto plazo puede ser necesaria durante momentos de estrés extremo y/o comportamiento impulsivo o suicida para garantizar la seguridad.
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Sobre el autor
Psicólogo en Valencia | Julio García
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