¿Tienes ideas obsesivas que te hacen sentir mal? ¿A menudo piensas de manera involuntaria sobre el mismo tema y te agobias? Es posible que sufras un trastorno obsesivo-compulsivo. Sigue leyendo para saber más de él.
¿Qué es el trastorno obsesivo-compulsivo?
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno en el que las personas tienen pensamientos, ideas o sensaciones recurrentes e indeseables (obsesiones) que a veces les hacen sentir impulsados a hacer algo repetitivamente (compulsiones). Los comportamientos repetitivos, como lavarse las manos, revisar las cosas o limpiar pueden interferir significativamente con las actividades diarias y las interacciones sociales de la persona.
Muchas personas sin TOC tienen pensamientos angustiosos o comportamientos repetitivos. Sin embargo, estos pensamientos y comportamientos normalmente no interrumpen la vida diaria. Para las personas con TOC, los pensamientos son persistentes y los comportamientos son rígidos. No realizar los comportamientos normalmente causa una gran angustia.
Muchas personas con TOC saben o sospechan que sus obsesiones no son realistas, mientras que otros pueden pensar que podrían ser ciertos (lo que se conoce como “percepción limitada”). Incluso si saben que sus obsesiones no son realistas, las personas con TOC tienen dificultad para desconectarse de los pensamientos obsesivos o detener las acciones compulsivas.
Un diagnóstico de TOC requiere la presencia de obsesiones y/o compulsiones que consumen mucho tiempo, causan una angustia significativa y perjudican el funcionamiento laboral o social. El TOC afecta al 2-3 % de las personas en los países occidentales y, entre los adultos, afecta un poco más a las mujeres que a los hombres. El TOC a menudo comienza en la niñez, la adolescencia o la adultez temprana. La edad promedio de aparición de los síntomas es de 19 años.
¿Qué síntomas tiene el trastorno obsesivo-compulsivo?
Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que provocan emociones desagradables como la ansiedad, el miedo o el asco. Muchas personas con TOC reconocen que los pensamientos, impulsos o imágenes son producto de su mente y son excesivos o irrazonables. Sin embargo, la angustia causada por estos pensamientos intrusivos no puede resolverse mediante la lógica o el razonamiento. La mayoría de las personas con TOC tratan de aliviar el malestar generado por las obsesiones con compulsiones, intentan ignorar estas obsesiones o se distraen con otras actividades.
Las obsesiones o pensamientos obsesivos más típicos son:
- Miedo a autolesionarse o hacer daño a un ser querido.
- Pensamientos o imágenes sexuales perturbadoras.
- Miedo a ser contaminado por personas o el medio ambiente.
- Preocupación extrema por el orden, la simetría o la precisión.
- Pensamientos intrusivos recurrentes de sonidos, imágenes, palabras o números.
- Miedo a perder o desechar algo importante.
Por su parte, las compulsiones son comportamientos repetitivos o actos mentales que una persona se siente impulsada a realizar en respuesta a una obsesión. Los comportamientos generalmente previenen o reducen la angustia de una persona relacionada con una obsesión. Las compulsiones pueden ser respuestas excesivas que están directamente relacionadas con una obsesión (como lavarse las manos en exceso debido al miedo a la contaminación) o acciones que no tienen ninguna relación con la obsesión. En los casos más severos, una repetición constante de rituales puede llenar el día, imposibilitando una rutina normal.
Las conductas compulsivas más comunes son:
- Lavado de manos excesivo o ritualizado, ducharse, cepillarse los dientes o ir al baño.
- Limpieza repetida de objetos domésticos.
- Ordenar o arreglar las cosas de una manera particular.
- Comprobación repetida de cerraduras, interruptores o electrodomésticos.
- Conteo repetido hasta cierto número.
¿Cómo se trata el trastorno obsesivo-compulsivo desde el modelo de psicoterapia cognitivo-conductual?
Los tratamientos más efectivos para el TOC son la terapia cognitivo-conductual y la medicación. Más específicamente, los tratamientos más efectivos, entre otros, son un tipo de terapia llamado “exposición y prevención de la respuesta”, que tiene la evidencia más sólida que respalda su uso en el tratamiento del TOC, y una clase de medicamentos llamados inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS), un tipo de antidepresivos.
La prevención de exposición y respuesta la realiza un psicólogo o un psiquiatra. El paciente tiene que visitar la consulta de su terapeuta una vez a la semana o quincenalmente para obtener mejoras.
Utilizamos dos técnicas para reducir la ansiedad provocada por los pensamientos obsesivos:
1. La desensibilización: se presentan al paciente aproximaciones de los estímulos que causan la obsesión. Estas aproximaciones pueden ser a través de dibujos o fotos, imaginándose en situaciones que tienen algún punto de conexión con la que provoca las conductas no deseadas. De esta manera se va desensibilizando, es decir, se acostumbra a que no pasa nada por estar frente al estímulo o en la situación temida.
2. La exposición: es más directa que la desensibilización. Este método implica que el paciente se enfrenta gradual y voluntariamente a los estímulos externos (la suciedad, pisar una raya, tocar a otros, por ejemplo) y a los estímulos internos (pensamientos recurrentes de hacerse daño, suicidarse, hacer daño a una persona querida, de tipo sexual, por ejemplo). Se puede enfrentar directamente (“in vivo”) o con la imaginación (cuando la exposición en vivo es imposible).
Un ISRS puede ayudar a mejorar los síntomas del TOC al aumentar los niveles de una sustancia química llamada serotonina en el cerebro. Es posible que el paciente deba tomar un ISRS durante 12 semanas antes de notar algún beneficio. La mayoría de las personas necesitan tratamiento durante al menos un año. Es posible que pueda dejar de tomarlo si tiene pocos o ningún síntoma molesto después de este tiempo, aunque algunas personas necesitan tomar un ISRS durante varios años.
Si crees que sufres de pensamientos obsesivos y recurrentes que te hacen sentir mal y quieres dejarlos atrás, puedes contactarme para iniciar tu tratamiento.
Sobre mí
Psicólogo en Valencia | Julio García
¿Buscas ayuda para resolver tus problemas? Puedes contar conmigo. Juntos encontraremos la manera de ayudarte y conseguir los resultados que buscas. Te daré las herramientas que necesitas para volver a ser feliz y disfrutar de la vida, como ya he hecho con cientos de personas como tú.
